miércoles, 10 de octubre de 2012

Pagar más por menos


Lo vecinos de Iguña y Anievas están dispuestos a pagar por tener médico los fines de semana. Esta insólita iniciativa, cuando hoy se adelgazan las economías familiares, debería provocar un embarazoso sonrojo a nuestros gobernantes cántabros que –precisamente ayer- presumían de que este mes nos han ordeñado 1,4 millones de euros más en concepto de céntimo sanitario. Mucho menos de lo que pretendían sus equivocadas previsiones de usura, dicho sea de paso.

Un dinero que se ha invertido en cerrar los centros de salud a las cinco de la tarde, pese a que al menos, en el de Isabel II, la atención primaria lo es de verdad -en su acepción de primitiva- porque tardan seis días en darte cita.
El céntimo sanitario también ha servido para rescindir 372 contratos en Valdecilla, para que el nuevo caparazón del hospital mantenga la desorbitada dilación a la que nos hemos acostumbrado, y para bajar un 15 por ciento la prestación de los cuidadores de la dependencia, entre otras insólitas innovaciones. Los parados que no perciben subsidio y los autónomos que causen baja se quedan sin tarjeta sanitaria; una medida que no solo afecta a las personas sin nacionalidad española como muchos desinformados piensan. Y las medicinas nos cuestan más. 

Para eso pagamos 4,8 céntimos más por cada litro de gasolina. Cada vez nos cuesta más caro que nos traten peor.