Tejero
resucita de su letargo golpista y denuncia a Artur Mas por intento de sedición.
Han detenido a una mujer por mantener relaciones con un esqueleto. Wert y
Uriarte han descarrilado y tras un brutal choque de egos, su relación ha hecho
aguas. Putin destituye por corrupción a su ministro de Defensa. Expulsan a una
señora de un avión de Ryanair por llevar un libro. El Gobierno destina 20
millones de euros a fomentar las empresas de trabajo temporal. Los diputados
con casa en Madrid seguirán cobrando las dietas de alojamiento. Un error
judicial obliga a poner en libertad a la cúpula de la mafia china detenida en
Madrid. Evo Morales va a construir en un aeropuerto en La Paz que solo se
utilizará para recibir a presidentes y jefes de estado. Borran del mapa del
mundo un atolón que no existe, pero que aparece desde hace una década en la
cartografía sin que nadie sepa por qué. Telecinco reclama en los tribunales 3,6
millones de euros a un bloguero por pedir a sus anunciantes que no financien su
telebasura. La cirugía estética vaginal se pone de moda entre las niñas
británicas. El Ayuntamiento de Madrid desaloja a 120 familias de viviendas
sociales y se las vende a una empresa vinculada con el marido de Cospedal, y a
un político valenciano le tocan premios en 159 décimos de lotería del mismo
sorteo.
Debajo
de esta letanía, tan auténtica como extravagante, diez niños mueren en Siria a
causa de las bombas que les lanza su propio gobierno. Su pecado es vivir,
dicen, en una aldea rebelde. A la noticia le cuesta abrirse hueco en la
actualidad de un lunes donde solo importa que en Cataluña no cambia nada. Mañana,
igual que ayer, sus ciudadanos padecerán los efectos de un gobierno fracasado.
Exactamente igual que el resto de los españoles.