La Nasa, que es junto a Punset el paradigma del conocimiento,
dice que en la vía láctea hay más de 17.000 millones de planetas similares a la
Tierra. Es una noticia esperanzadora para Zara y el Banco Santander que, ahora
que dominan el mundo, todavía les quedaría algo por conquistar. Me temo que los
pioneros en colonizar planetas no serán avezados astronautas sino los
encargados de expansión de ventas de las multinacionales. De momento se ignora
si en estos nuevos mundos habrá asiáticos y africanos a los que explotar para fabricar
iphones y zapatillas deportivas a precios más competitivos.
La conquista del universo solucionaría muchos problemas a la
Tierra. Podremos ser todos más ricos, el día que encontremos esclavos
extraterrestres a los que dar el relevo y someter atados a un sistema de producción
capitalista que deviene en la miseria moral y económica que ahora nosotros
padecemos.
De momento, se ha producido la primera fuga interna. El actor
Depardieu ha renunciado a ser francés y se ha pasado a la competencia rusa, un
escenario pseudocomunista con brutal pátina capitalista, donde un Tio Gilito
como él puede darse baños de rublos y vodka con Putin sin que la reprimida
sociedad le saque los colores como los esnobistas europeos.
No es difícil que los 17.000 planetas sean mejores que la
Tierra. Pero se contaminarán en cuanto nos conozcan. Las malas hierbas dirigen
el mundo. Telefónica ficha a Rato como asesor. Al
archimarisabidillo rey del pollo
frito le imputan -como a Urdangarín- por cobrar 170.000 euros de la SGAE sin
que se sepa por qué. La empresa de la ministra
de Trabajo no paga a sus empleados desde hace un año. Se llama Carnes Bañez, y
la verdad, se nos abren las mismas de tanta caradura.
Y
ahora, para colmo, Obama, en un nuevo esfuerzo por denigrar su pin del Nobel de
la Paz, ha elegido al malo oficial de Estados Unidos para dirigir la CIA. El
individuo se llama John Brenan y se supone que ha sido asesor antiterrorista
del presidente, aunque el prefijo le sobra. Tiene un curriculum realmente
apabullante para estar en libertad. Defiende las torturas de Bush, las cárceles
secretas de la CIA y la inmunidad para las
compañías telefónicas que ayudaron a espiar a sus clientes, entre otras causas
nobles. Además, ha sido el impulsor del programa de drones –aviones sin piloto
por control remoto- con los que Estados Unidos asesina terroristas islámicos; aunque
por una irrelevante falta de precisión también ha matado este año a centenares
de civiles en Yemen y Pakistán. Ya saben, varias toneladas de individuos de
tercera categoría, que no equivalen ni a uno solo de los muertos del World
Trade Center.
Ojalá nos
deporten a la reserva espiritual de alguna lejana galaxia. Y Brenan, el Fondo
Monetario Internacional, Botín, Standars&Poors, Shedon Adelson, Telefónica
y Eon devoren el mundo que tan asquerosamente mal hemos fabricado.