viernes, 28 de septiembre de 2012

Esperando un milagro


Hoy un bioquímico explica cómo deconstruir un huevo en el taller ‘De yema a clara’ que, contra lo que podría sospecharse, no organiza la asociación gastronómica Pantagruel, sino el Instituto Cervantes. Ayer, el Gobierno de España también cocinó un inquietante Real Decreto que concede la Gran Cruz del Mérito a la Virgen del Pilar. Una condecoración que premia las acciones o conductas de extraordinario relieve y que, por tanto, se supone que se otorga por anticipado a la ‘pilarica’, para que se anime a rescatarnos antes que Europa. 
Eso si, con algún milagro financiero más efectivo que la austeridad que nos asfixia; aunque el dinero en España todavía da para subvencionar con 900.000 euros a las fundaciones de los partidos políticos más votados –pp y psoe- por divulgar valores democráticos. Como los que hemos visto estos días en Neptuno y el aberrante asalto armado a la estación de Atocha, películas que deberían aspirar a la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián.
Aunque, ahora, ventajas para los tahúres, las pérdidas del casino o de la Bolsa se podrán deducir del IRPF, medidas que benefician a los pobres especuladores bursátiles que ya no se hacen tan ricos por sesión como antes, y a los pobres infelices que no tenemos valores, para que nos lo juguemos en Eurovegas con más ligereza. Y para entretener la espera hasta que Fomento nos ponga la primera piedra del AVE en el 2024, cuando la ministra Pastor haya comprendido el error de volver a resucitar un proyecto –nunca mejor dicho- que circula por una vía muerta. 
Esta semana también resucitó Ramontxu -que es un clásico de la Navidad como la empanadilla de Martes y Trece- y se puso la capa para adelantar la Nochevieja, que se celebró ayer en el otoño de Madrid, sin uvas ni cuartos, para conmemorar la llegada al mercado del nuevo Iphone 5 que, dada la fecha, no ha podido estrenarse en directo con una llamada a Encarna desde Móstoles, que es lo único que faltaba en esta sucesión de extravagancias.
Dicen que en este país, los ricos hablan de austeridad, la monarquía de justicia y la iglesia de sexo. Ayer alguien decía en Twitter que Google y Hacendado dominarán el mundo. Que se den prisa, que esto se acaba. 
Parafraseando a Mark Twain, de todas las cosas que ha perdido España, la que más se echa en falta es la cordura.